Dijo el gurú: - Rélax..., rélax...,rélax..., sientan esa liviandad, esa inexistencia del cuerpo..., dejen que se vaya...
Y por su poder fantástico, todo el grupo sintió que se había quedado sin él.
Cuando alguien reclamó que se lo devolviera, solo escuchó una carcajada.
Y por su poder fantástico, todo el grupo sintió que se había quedado sin él.
Cuando alguien reclamó que se lo devolviera, solo escuchó una carcajada.