Luna
Anoche te vi, radiante,
fresca, camelia
blanca.
Eras novia hacia el
altar.
Te miraba con
encantamiento
hasta creí ver que
me hacías un guiño.
Hubo fragancias de
rocío.
Adornada con
brillantes,
faltaba una corona,
reina.
A pesar de la
distancia,
sigo queriéndote en
silencio.
Espero cada mes en
el fondo azul
tu duermevela,
cirio de
enamorados.