domingo, 10 de mayo de 2015

Duende

Duende

Anda el duende 
a la vera del río corriendo teritos,
despeina sauces, 
hace remolinos de arena,
vuela capelinas a caminantes distraídas.
Susurra al oído palabras 
que hacen perder el paso,
lame la piel para calmar el sol.
Escondido en la espesura del monte
con la flauta emplumada
envía melodías silvestres
en juego de escondidas.
Ella no imagina que el travieso
es el de las palabras

escritas con rocío.