martes, 11 de junio de 2013

Poesía: Sabia sedienta

Sabia sedienta

Bajo la suela muerta
crujen las espinas,
caminan el olvido de las urnas.

Está muy alto el de la cruz,
ya no hay fuerza para gritar el rezo,
los salmos del libro gordo
se escribieron en otra lengua.

A veces, una mano llega hasta la selva,
se desgasta en el borde,
profunda es la vida que habita,
madera de la tierra
que se descascara sedienta.

No horadan el suelo hasta el agua
los que tienen

el molino en su bolsillo.