El cajón
Aquellos vecinos no dejaban entrar absolutamente a nadie al desván y menos, que vieran el gran cajón de madera que había allí en un rincón.
Aunque la gente hacía comentarios de mil historias sobre el secreto guardado, nadie supo la verdad.
En aquel entonces, tener un hijo dawn, era un castigo de Dios y una deshonra social.
Aquellos vecinos no dejaban entrar absolutamente a nadie al desván y menos, que vieran el gran cajón de madera que había allí en un rincón.
Aunque la gente hacía comentarios de mil historias sobre el secreto guardado, nadie supo la verdad.
En aquel entonces, tener un hijo dawn, era un castigo de Dios y una deshonra social.