Una sala para la memoria
El veterano de guerra Armando Scévola explica que a partir del día 01-05-07
abrió sus puertas la Sala Evocativa “Daniel Francisco Sirtori” en Concepción del
Uruguay, única de la provincia de Entre Ríos. Está ubicada en una de las dependencias
del Correo Postal , en la esquina de las calles Galarza y 25 de Mayo. Su creación
obedece a la necesidad de que los estudiantes de todos los niveles y el público en
general, puedan acceder a la información de los sucesos de la guerra de Malvinas que
tuvo como protagonistas a jóvenes de nuestra ciudad.
A partir de una muestra fotográfica de los alumnos del Colegio Justo José de Urquiza,
surgió la idea de tener un lugar que brinde una información detallada de lo que fue
realmente ese hecho histórico, a través de los relatos de quienes fueron los verdaderos
mártires de una lucha desigual.
El lugar recibe además la visita de muchos turistas que demuestran un real interés por
conocer los detalles de lo que nuestro país vivió en ese ahora lejano 1982, y dejan en el
libro de visita, palabras de asombro ante la indiferencia con que nuestros gobernantes
han tratado lo que sucedió en las islas.
abrió sus puertas la Sala Evocativa “Daniel Francisco Sirtori” en Concepción del
Uruguay, única de la provincia de Entre Ríos. Está ubicada en una de las dependencias
del Correo Postal , en la esquina de las calles Galarza y 25 de Mayo. Su creación
obedece a la necesidad de que los estudiantes de todos los niveles y el público en
general, puedan acceder a la información de los sucesos de la guerra de Malvinas que
tuvo como protagonistas a jóvenes de nuestra ciudad.
A partir de una muestra fotográfica de los alumnos del Colegio Justo José de Urquiza,
surgió la idea de tener un lugar que brinde una información detallada de lo que fue
realmente ese hecho histórico, a través de los relatos de quienes fueron los verdaderos
mártires de una lucha desigual.
El lugar recibe además la visita de muchos turistas que demuestran un real interés por
conocer los detalles de lo que nuestro país vivió en ese ahora lejano 1982, y dejan en el
libro de visita, palabras de asombro ante la indiferencia con que nuestros gobernantes
han tratado lo que sucedió en las islas.