En la plaza
En un banco de la plaza, él la besó con ternura y una lágrima le bajó queda por la mejilla.
Ella suspiró hondo y alzó los ojos que en una nube quedaron.
Junto con los cánticos qu más allá se elevaban al cielo pidiendo justicia, rogaba que su alma no se le fuera por la herida.
En un banco de la plaza, él la besó con ternura y una lágrima le bajó queda por la mejilla.
Ella suspiró hondo y alzó los ojos que en una nube quedaron.
Junto con los cánticos qu más allá se elevaban al cielo pidiendo justicia, rogaba que su alma no se le fuera por la herida.