Me mandaron fotos con la miseria de los aborígenes; dijeron que debía hacer algo por ellos.
En un video que no es ficción, asaltan y matan con el arte propio y sin pudor.
Un político roba el aire, pregona y como mesías se corona.
Mi sopa es de tres arroces y transpiración.
Voy a suicidarme de este mundo.
Explotaré el televisor, sacaré las pilas de la radio, cortaré el cable de Internet.
Si quieren recordarme, tiren flores al río, en alguna isla estaré comulgando, pidiendo perdón al Señor por lo que no puedo.