OPINIÓN
¿Qué opino me preguntas? ¡Qué siento! Debo responder, si acaso encontrara palabras que puedan expresarlo.
¿Es posible que algún simple mortal pueda arrogarse el describir el latido, el aliento de una poesía dedicada?
El poeta se sublima a sí mismo. Enfoca su prisma hacia el sol o la luna y tañe las vértebras, el costado más tierno.
¿Qué vanidad de amor sería, creerse el todo y la nada si somos mendigos del corazón?
Nos espejamos en las letras y nos mentimos en la imagen del otro.
Los dioses de las ansias, son dioses que alucinamos.