lunes, 12 de octubre de 2009

Poesía

Noche de carabelas
“La ciudad y la noche provocadas por lentos sentimientos sugeridos en ecos de distantes territorios…”
Oscar Guiñazú Alvarez


El humo del café les nubla el tiempo
se enredan en palabras deshiladas
hasta el bostezo del barman.

Esquivan basura y baldosas rotas
saludan al cartonero
poetizan la luna.

Las manos sudadas
intentan roces distraídos.

Flota el anhelo en cada esquina
león y gacela en la misma jaula.

Noche de carabelas.

Ilusión entre lirios
robo de ciruelas
almohada desangrada en pétalos
en pliegues de sedas huérfanas.

SINTETICUENTO - Cuento breve

Por amor

Lo amaba tanto, con locura, que sin él era un hecho que se moriría.
Vivía solo para él. Todo el tiempo le brindaba atenciones, ya con la ropa, la higiene, la apariencia, todo era obsesión.
La loca de amor, dormía siempre abrazada a él y le acariciaba y acariciaba el cabello; hasta que éste se le quedó en la mano y el hdor del cadáver se hizo insoportable.

Me gustaría ser

Me gustaría ser… una cartera de mujer

Me gustaría ser una cartera de mujer.
Porque guarda los secretos y misterios de su dueña en cada objeto.
Para saber detrás del rimel que hay en sus ojos cuando brillan ante quien la deslumbra, cuando se enternece con sus hijos o cuando los moja en soledad.
Para saber que colores darán sus besos cuando sale dispuesta a los encuentros.
Para saber cuando oculta su mirada para espiar de reojo a quien le interesa.
Para saber a que huele cuando va a la conquista o simplemente a lo cotidiano.
Para saber si el valor de sus adornos dicen de su humildad o arrogancia; y porque no, cuando llega el momento en que se los quita.
Para saber cuando el amor es fecundo y las ilusiones se hacen música en la creación de la sangre de nuestra sangre.
Para saber tantas cosas que los hombres no sabemos pero, recapacito y aunque me gustaría ser una de esas carteras, dejaría de lado la oportunidad de serlo tan solo para conservar el misterio que cada mujer encierra en su insondable cartera.