martes, 7 de enero de 2014

A Nicolita esto no le ocurre


Generalmente nos ponemos de mal humor y maldecimos de todas maneras, cuando nos ocurre algún percance con lo que estamos realizando o con las cosas materiales que tenemos. Por ejemplo, cuando se nos pincha un neumático o se descompone el motor de nuestro vehículo; la impresora se atasca con el papel o se queda sin tinta;  el celular se nos cayó en el agua y dejó de funcionar; a la heladera se le quemó el motor; la cuenta de electricidad vino más cara; el alquiler aumentó, o cualquier otro contratiempo.
Cuando me sucede alguno de los casos que mencioné, al igual que a todos, lo nombro a Nicolita, el linyera de mi ciudad y digo: "a Nicolita esto no le ocurre". Es lógico, él no tiene nada de lo que tenemos quienes vivimos inmersos en la sociedad con todo el bagaje que es necesario para desarrollar nuestro acontecer diario. Es decir que, se nos presentan los contratiempos y problemas lógicos porque tenemos cosas, elementos, somos usuarios de algo que no es eterno, irrompible, o tiene un costo de uso.
Creo que Nicolita nos miraba a la distancia y decía para su adentro:

Nicolita

Soy feliz siendo linyera y no creo que haya otro,
linyera o no, más feliz en este municipio.
No creo en el castigo Divino de la infelicidad.
No creo, simplemente, que sería más feliz siendo rico
porque, ya todo tengo.
Tengo el plástico y el cartón que me aíslan del frío.
Tengo la estufa de mi perro calentándome los pies.
Tengo los manjares del Grand Hotel en la puerta de servicio.
Tengo los viajes asegurados en el pulgar de mi mano.
tengo disfrutadas las mejores alboradas, en la terraza
de un edificio.
Tengo las sombras y los verdes que quiero.
Tengo las siestas estiradas en el canto de las cigarras.
Tengo las horas a mi servicio.
Tengo los días diluídos en el almanaque.
Tengo el sueño como una cometa suspendida.
Tengo las costumbres desacostumbradas.
Y quizás,  nadie quiso darse cuenta de que existo.
No creo que alguien me nombre.
Esta es mi felicidad, he logrado mi propio edén.
Soy todo y no soy nada, solo Nicolita;
los demás, solo son lo que ellos quieren.


N